Desde mi primera clase de topografía
que tomé cuando era una simple estudiante universitaria, el profesor se encargó
de dejarnos bien grabado en nuestras mentes que la topografía no es exacta, es precisa; pero, ¿qué significa?, me
llevo un tiempo comprender lo que el profesor quería decir, aunque en clase nos
dio su explicación practica de que nunca vas a dejar nada cien por ciento a la
perfección, yo no pude darle mi propio significado hasta hace poco más de un
año.
Llevo ya cuatro años dedicándome a la
construcción, y a lo largo de mi corta carrera he tenido la fortuna de hacer
diferentes tipos de proyectos, desde fraccionamientos hasta edificios, obras en
las que el factor de tolerancia que se maneja en los errores varía dependiendo
de la finura que lleva el trabajo, es decir, no te va a afectar igual el error
de 1 cm en el corte de una plataforma de
terracería que en el trazo de una columna para la estructura de un edificio de
16 niveles.
Quizá para ti que me lees no significa
mucho y en algún tiempo para mí tampoco, digo, ¿qué tanto es 1 cm?, pero
sabemos que un centímetro al irse acumulando puede darnos muchos dolores de
cabeza al querer cerrar un poligonal o hasta un banco de nivel, por decir algo;
aun así soy de la idea que manejar un centímetro de error en una obra de alta
precisión es algo con lo que se puede trabajar, está en nosotros sacar la casta
para buscar la mejor manera de manejar ese rango de error ya que muchas veces
esa falsa “equivocación” no depende de nosotros, es decir, las cosas fallan y
se salen de nuestras manos y como dicen todos “¡ingeniero, ingéniatelas!”.
Pero cuéntame, tú, ¿te equivocas?
Aporte de la Ing, Carmen Cardenas
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